"Me asomo al balcón de mi terraza pero no estoy aquí, estoy asomado al río Sena desde el puente de las artes, miro como fluye la corriente igual que fluye el tráfico en el Paseo de la Castellana, en un Madrid, que quien sabe hacia donde va". Con este reflexivo párrafo finaliza su libro, al cual invitamos a leer...
La crisis en España impulsó al autor a escribir esta genial obra, porque le hizo recordar la huida de millones de españoles a Francia y Europa porque no tenían ni trabajo ni esperanzas de encontrar trabajo en su tierra.
José María presentó su libro en la feria del libro en el parque de El Retiro Madrid. Libro a la venta en la feria, en librería Proteo y otras librerías
Una pintura del autor ilustra la portada |
El protagonista, huyendo de la oscuridad del régimen franquista, se marcha a París y desde allí visita otros países europeos y asiste a cambios fundamentales que tuvieron lugar en el transcurso de los sesenta , la lucha por los derechos humanos, el cambio económico que contribuyó al desarrollo, la independencia de Argelia, las manifestaciones contra el muro de Berlín, mayo del 68 y el inicio de los “indignados”, o la lucha frente a una desigualdad que en nuestros días ha aumentado a causa del capitalismo insaciable.
Al mismo tiempo construye el retrato de los inmigrantes que fueron a París a ganrse la vida y se encontraron con un mundo nuevo lleno de posibilidades pero también de sueños rotos, de miseria y de chabolas donde se hacinaban los “desechables” que llegaban del sur en las pateras de la época. José María Abad Tallada realiza una crítica constructiva y aguda a un retroceso moral que está vigente en nuestros días, con una implacable sinceridad que solo puede provenir de la propia experiencia.
BIOGRAFÍA:
José María Abad Tallada nació en Valencia, hijo de una familia que desde hacía ya dos generaciones se dedicaba a la fabricación del juguete, de gran tradición en toda la región. Estudió en el Instituto Luis Vives de Valencia, donde fraguó su amistad con el historiador del arte Alfonso Emilio Pérez Sánchez que sería después director del museo del Prado. A principio de los años 60 frecuentó los círculos literarios valencianos convirtiéndose en mecenas y director de la revista de arte y ensayo La caña gris, junto con el folósofo Jacobo Muñoz y J.L. García Molina. Después se trasladó a París donde vivió como inmigrante. Allí estudió la civilización francesa, trabajó en el cine y teatro y se inició en la pintura. Al volver años mas tarde a España desplaza el peso de su trabajo al mundo empresarial de la industria de la comunicación y la electrónica, llegando a ocupar el puesto de director del laboratorio farmacéutico ISOMED PHARMA . A pesar de su dedicación a la empresa no dejó nunca de escribir novela, relatos, poesía y teatro, utilizando la imaginación creadora tanto en su empresa como en sus escritos.
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