En los e-mails, como en las conversaciones en persona, hay que saber mantener las formas. Aprende a gestionar tu correo de forma eficiente y educada.
- Escribir mensajes simples y claros. A la hora de redactar un e-mail, hay que atenerse a lo importante y evitar dar rodeos innecesarios. La utilización de frases cortas y listas simplifica además la lectura del e-mail por parte del destinatario.
- Responder todas las preguntas y ser proactivo. De esta manera, se evita perder tiempo enviando y renviando correos electrónicos a terceros.
- Responder rápidamente. Lo mejor es responder siempre en un plazo de 24 horas desde la recepción del e-mail.
- Utilizar fórmulas de cortesía. Aunque se trate de un e-mail informal, es recomendable que éste incluya siempre las palabras “por favor” y “gracias”.
- No descuidar la ortografía, la gramática y la puntuación. Lo contrario denota falta de profesionalidad.
- No escribir todo en mayúsculas. Así se fomenta la claridad en la lectura del mensaje.
- No utilizar fondos especiales, textos de colores y emoticonos. Estos elementos pueden resultar poco profesionales de cara al destinatario del e-mail.
- Comprobar un par de veces las direcciones de los destinatarios y los documentos adjuntos. De este modo, evitaremos lamentarnos después por difundir información a los destinatarios equivocados.
- Ser lo más claros posible en el asunto del mensaje. De esta manera, se evita que el destinatario ignore nuestros e-mails.
- No enviar nunca un e-mail cuando estamos enfadados. Muy probablemente nos arrepintamos después de lo que hemos escrito.
- No esconderse detrás de un e-mail en caso de conflicto. Si el conflicto es muy grave, hay que apostar por medios de comunicación más directos como el teléfono.
- El tema principal del email debe ir en el asunto. De esta forma haremos que el receptor del mensaje no pierda el tiempo y conozca de forma inmediata el tema que vais a tratar.
- Utilizar el campo CC para dejar claro al destinatario que el mensaje es para su información, pero no para que tome ningún tipo de acción a raíz de su recepción.
- Emplear el campo CCO para grupos grandes de destinatarios.
- Usar la fórmula “responder a todos” sólo cuando sea realmente apropiado.
- Mostrar precaución a la hora de enviar archivos grandes. Es mejor consultar previamente con el destinatario la manera en que a éste le gustaría recibir el archivo.
- Evitar el sarcasmo y las bromas. El e-mail no siempre es capaz de transmitir al destinatario el significado real de este tipo de humor.
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